La noche cubría nuestras almas, y las estrellas de tus ojos se perdían en el horizonte.
Tus manos alrededor de las mías. Tu alma en la MIA, Nuestros pensamientos en uno, temerosos de decirlos.
De nuevo como cada esporádico momento, juntos, alejándonos después… La incertidumbre invadía cada tanto mi corazón nublando la efímera felicidad que tu presencia me traía.
Y pensaba… en ti, en nosotros ,, ¿Dónde estaríamos luego, a través del tiempo? Y te pregunté-
-Tu estas seguro que siempre que vengas a buscarme estaré aquí?...
Dirigiste a mi la luz de tu mirada, extrañado y con un resplandor de temor en el fondo de tu mirada cristalina.
-¿Por qué me lo preguntas?...
- Porque un día vas a venir, y ya no estaré aquí para ti… Porque nada dura para siempre… te he esperado, te dije que siempre estaria aquí, pero la vida cambia y tengo miedo de que “para siempre” no dure tanto como la incertidumbre….
- Piensas renunciar a mi por fin?- Sonreiste tristemente…
No dije nada, las lagrimas asomaban a mis ojos. No podía renunciar. Era tan doloroso. Pero tan necesario.
- Yo te quiero mucho… te amo- me dijiste y las làgrimas que brillaban en tus ojos resbalaron de tus mejillas a mis manos.
La noche silenciosa nos cubría y el viento se llevaba las palabras dejando solamente los sentimientos al desnudo…..
Hoy la melancolía me atrapa y tus palabras suenan distantes …. Y tu recuerdo vive y late junto a mi corazòn, aunque la vida nos lleve por distintos senderos, tu mano està tomada de la mia, porque estuve y estarè para ti…
Para siempre.
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