miércoles, 29 de diciembre de 2010

un año mas...

La niña Alejandra, como toda observadora de la vida, desconociendo aun que seria portavoz de las anecdotas familiares, merodeaba por los rincones de la casa dedicandole especial atención en sus vagancias al mes de diciembre. Caminaba distraidamente- como hasta ahora- aparentemente sin poner atención, pero en realidad me encontraba Recabando material en mi curiosa cabecita, escuchando conversaciones, armando historias. Esos eran mis dias de niñez, pero mucho mas en ese mes.
De todo diciembre la fiesta que mas me gustaba era sin duda el dia ultimo del año. La celebración de año nuevo. Porque entonces, en casa de mi abuela se hacia una fiesta grandisima, donde todos los pariente habidos y por haber, y multitud de colados
atestaban la casa y la calle. Me gustaba observar sus rostros, escuchar sus voces, siempre tan distintas, me divertian los tonos y acentos, los gestos y observaba muy de cerca sus rasgos y su manera de expresarse. El tener la oportunidad de recibir y conocer tanta gente nueva, me proveia siempre de el material primigenio que busco y atesoro: las historias, las anecdotas, la tradición narrativa de las personas de mi infancia.
Me encantaba especialmente y aun sigue haciendolo, la amena y divertida platica de mi tio Nito, un excelente narrador que salpica de comentarios divertidisimos todas sus conversaciones. Aunque las diga en un tono de seriedad, o enojo.
Afuera , frente al rio, preparaban una fogata y la mayoria de los hombres y yo (que como ya esta suficientemente aclarado me gustaba oir conversaciones ajenas, lo que me ha permitido ser la depositaria de muchos secretos de familia, y me ha acarreado algunos disgustos) nos congregabamos alrededor de ella. De vez en vez las mujeres de la casa (que se emborrachaban a escondidas de los maridos, según ellas) hacian breves irrupciones para evidenciar su estado alcoholizado, hacer reir con sus ocurrencias a los machos presentes o recordar alguna anécdota graciosa familiar, o un chiste local. Que en mi familia hay muchos.
Todos los años se contaban las mismas historias y sin embargo, hasta hoy, no nos aburre escucharlas una y otra vez, aunque ya hay cada vez menos de los narradores originales, y entonces entre las risas y los cuentos y las anecdotas y a traves tambien de las lagrimas surgen de nuevo a pesar de ya no estar mas con nosotros.
Es asi como lo que recuerdo con mas cariño es a mi tio Javier, que se fue muy pronto de nuestro lado, cantando, riendo, asando carne, que le quedaba tan cruda que si la hubieramos llevado a la cruz roja todavía se podria haber salvado a la vaca. Mi tio Javier que amanecia cantando, y que me obligaba a bailar con el, quien bailaba con mi mamita casi todo el tiempo, y que al dar vueltas bailando, invariablemente terminaba arrojandola debajo de la mesa. Mi mamita que solo ese dia tomaba y fumaba, y bailaba y bailaba toda la noche, cantando a todo pulmon. Mi abuela que los ultimos años nos miraba divertida desde su cama, tomando su taza de café, y riendose de nuestras ocurrencias. Mi abuelo que reia mas que de costumbre y ese dia amaba a todo el mundo, y bailaba tan gracioso que nos hacia llorar de risa y a quien siempre le tocaba bailar con la escoba. Mi abuelo que todos los años, al darnos el abrazo nos decia que sentia que ya este era el ultimo año que pasaba en esta vida, hasta que finalmente lo cumplio. Mi primo Eliud , que ahora es ciego y vaga por las calles y que entonces, era un joven muy guapo que bailaba fantastico, y nos dejaba embobados cuando lo hacia. Mi primo Abraham que ahora esta en un cuarto encerrado, fuera de la realidad y la vida, pero que entonces era un muchacho sano y alegre, mi amigo y confidente y que se dedicaba a arrojar buscapies a los bailadores, y a realizar travesuras conjuntas con nosotras sus primas y Sergio nuestro gran amigo de la infancia. Mi mama, Lily y yo cantando a voz en cuello sentadas junto a la fogata, con Carlos tocando la guitarra y haciendonos coros, mientras me miraba con esa sonrisa encantadora e inolvidable, y que me hacia sentir mariposas en el estomago.
. El ambiente lleno de musica y la gente riendo y bailando, abrazandose, charlando animadamente-
Hubo un tiempo que a los niños y después jovenzuelos nos daba por escondernos o correr minutos antes de las doce de la noche para que no nos abrazara nadie. Mis sobrinos y mis hijos que si van a la fiesta, tienen ahora la misma actitud. Es la rebeldia del año nuevo dicen.
Con todo Eran noches magicas aquellas, hermosas, llenas de cariño, donde a pesar del frio inclemente, en ocasiones solo quedabamos los muchachos alrededor de la fogata, cuando ya todos los borrachos parientes emigraban a otras fiestas o a dar el año a otros de sus congeneres,y solo los que queriamos estar juntos permaneciamos alrededor delas fogatas, al resguardo de su luz y calidez y de la propia calidez de nuestro mutuo cariño, cantando, platicando o a veces en silencio, solo haciendonos compañía.
Hubo un tiempo después de mi adolescencia en que me quedaba solo con la compañía de Sergio,quien nunca me dejaba sola, y a quien parecia gustarle mucho estar cerca de mi, frente ala fogata, pero el no sabia que yo estaba ahí solo por si veia pasar a la persona que tenia mi corazon, a quien esperaba, aunque sabia que no iba a ir.
No todo era maravilloso en las fiestas porque Invariablemente, habia pleitos entre los familiares, desavenencias que terminaban con un aguardentoso : “Yo te quiero mucho, cabron”.
Casi cada fiesta de año nuevo tiene su anécdota tambien, Hubo el año de mi abuelito tratando de ahogarse en el rio, el año de mi tio Javier chocando el carro frente a la casa, , aquel en que mi mama se rompio sus costillas, o cuando mi tio Javier la arrojo bajo la mesa y rompio la ponchera, el año que choco mi tio Juan en el puente, tambien ese en que mi hermano fue a dar con todo y el taxi de mi abuelito hasta el rio, de donde lo tuvo que sacar una grua. Y la lista sigue y sigue. Pero a pesar de estos desafortunados incidentes, no desmerece mi cariño a la fiesta y lo que representaba para mi.
Con el tiempo y conforme fui creciendo en edad, siguieron gustandome las fiestas de año nuevo, hubo nuevos amigos, algunos se fueron, Otros llegaron, luego comenzaron los novios, los amores y desamores, pero las fiestas y su alegria continuaban igual. Luego, hice mi vida con mi entonces compañero, y todo cambio. A el no le gustaban las fiestas. Ninguna. Y yo no queria dejarlo solo ni en navidad ni en año nuevo, asi que deje de asistir a las fiestas para quedarme con el. Nuestra celebración consistia en acostarnos temprano y pasar la media noche dormidos. Se acabo la fiesta de mi niñez y adolescencia. Parecia que esta era mi realidad.
El decia (como mi papa en mi cumpleaños) que fin de año era un dia como cualquier otro sin nada especial. Para mi no lo era. Yo necesitaba la fiesta, por lo que significaba, mis recuerdos, mi vida, mi familia, la alegria de estar juntos, aunque fuera borrachos y enojados.
Asi me fui alejando de todo, de las fiestas y de mi familia. Los ultimos seis años, no fui a la fiesta de año nuevo de la casa. Ese dia permanecia en mi casa con mis hijos y trataba de hacer una fiesta particular, que siempre terminaba con todos dormidos temprano, porque no podiamos hacer ruido para que el no se enojara. La verdad, no queria algo asi para mis niños. Queria darles la alegria que yo habia tenido en mi niñez. Queria que pasaran mas tiempo con mi mamita que era encantadora y a quien amaban mucho.
En diciembre de 2006 hable con mi mama sobre mi compañero y porque no le gustaba fraternizar con ellos , y yo le explique sus motivos. Ella era muy comprensiva. No me quede con las ganas y fui con el y le dije:
-Mi mami dice que que te hizo que porque ya no la vas a saludar, y yo le dije, ay mama si con trabajos me saluda a mi, y ella dijo, tu callate y dile que yo dije eso y que lo invito a la fiesta de fin de año aquí en mi casa al cabron y que si no voy a traerlo de las greñas, y le dije riendome y tu quien te crees para reclamarle asi, y me contesto : tu madre¡ y como ahi si tiene toda la razon, opto por pasarte el mensaje tal cual: Niño, si tienes tiempo la proxima vez pasa a saludar a mi mama que parece que no vive sin ti, y ya sabes lo que te va a hacer si no vas el fin de año.Punto.
El me miro sonriendo, pero como diciendome: ya sabes que no vamos a ir.
Se lo pregunte directamente y su expresión cambio. Me miro muy seriamente y me dijo que ni me hiciera ilusiones. Que escogiera a mi familia o el.
Y ese año, tampoco fui a la fiesta. Mi mamita nos estuvo esperando y hasta fueron por nosotros para llevarnos. Pero la respuesta fue la misma. Me dolio mucho ver la cara de desilusion de mi mama. El siguiente año, me prometi ir contra viento y marea
Sin embargo, en octubre de 2007 mi mamita fallecio. Y recuerdo su expresión esa ultima vez que fue a buscarme para que fuera a su fiesta. Y un dolor punzante me inunda el corazon, siento que se me rompe y el gemido surge muy del fondo de mi, y las lagrimas nuevamente escapan. Ya no puedo hacer nada. Por ella ya no.
Este año estoy solo con mis niños.
Es el primero sin el. Este año no hay prohibición.
Javier esta feliz porque sus hermanos estaran con el. Diana que tanto me reclamo que no pudo estar en las ultimas fiestas con mi mama a quien ella amaba tanto, no cabe en si haciendo planes, riendo
Este año. La fiesta de año nuevo, sin mis abuelos, sin mis primos eliud y Abraham. Sin mi tio Javier y sin mi mamita, va a tener nuevas risas y mis niños en ella, formaran nuevos recuerdos para su mañana, y en las anecdotas alrededor de la fogata y las lagrimas en mi familia, surgiran a quienes tanto ame y estaran entre ellos y ese dia volveran a vivir en nuestros corazones, porque en realidad tenemos parte de ellos
en cada uno de nosotros.

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