jueves, 8 de septiembre de 2011

Al final


Lo tenia recostado en mi regazo, recostado entre mis brazos, acariciaba su cabecita y mirando  sus tristes ojitos, lo recorde como era solo unos dias antes, cuando correteaba por la casa mordiendo mis sandalias, o gruñendo mientras peleaba con nuestra otra perrita, guitarra. Apenas respiraba, se escuchaba un leve gemido, y me miraba con aquella mirada vacia, llena de lagrimas. Decidi tenerlo asi, junto a mi, abrazado, hasta que dejara la vida. Lo acaricie mientras le susurraba una cancion de cuna, como si fuera un bebe, mientras lloraba rodeada de mis niños.
Es tan difícil perder a alguien querido.
Lo se, muchas personas diran que era solo un perro. Pero el problema es que para nosotros son una persona mas de la familia. Un hermano mas, un  hijo mas.
Escuche alguna vez que los perros cuando sienten que van a morir se van a un lugar alejado, solos, a esperar la muerte. Chocorrol vagaba por la casa y lo sorprendi algunas veces estos dos ultimos dias mirando por el cristal de la ventana hacia fuera, tal vez con el deseo de salir, de alejarse a morir solo lejos de aquí. No lo se nilo podre saber jamas.
Es esto tal vez lo que haya dado pie a la frase “Morir solo como un perro”
Pero eso es horrible
Es horrible como una critarura que te da tanto cariño incondicional, que es tan leal que se desvive por ti, a quien por mas que patees para alejarlo, regresa mirandote con adoración, pueda ser condenado a morir solo, alejado de esas personas a quienes tanta pleitesía rindio.
Es por eso que me horrorizaba que Chocorrol muriera solo. Que le sucediera lo que a nuestro perrito adorado, Huicho.
Desde que nos trajeron a Huicho a la casa, se convirtió en el mas consentido de la familia, los niños jugaban con el, literalmente, lo disfrazaban , lo maquillaban, en navidad lo vistieron con cuernos de reno y un moño de regalo. Bailaban con el, hasta le habian compuesto una cancion, y se la cantaban, le hacian cartas lo dibujaban.
Pero cuando comenzo a salir de la casa, y a vagar por la calle, tomo la mala costumbre de ladrarle a todo el que pasaba. Algunas personas se asustaban y otras se enojaban, sin entender que el perro solo reclamaba su territorio, pero que no los dañaria.
Algun vecino llego a decirle a dianita que iba a matar al perro.
No pensamos que fuera en serio hasta que vimos los síntomas de envenenamiento en el.Nuestro adorado perrito estaba muy mal, se veia que sufria mucho, lloraba y nosotros no teniamos dinero para llevarlo a un veterinario. Me dolia muchisimo verlo sufrir tanto, y no poder ayudarlo, le dimos todos los remedios caseros quenos recomendaron pero fue en vano. Al fin huicho estaba en el patio trasero, pensamos, moribundo,
Llame a mi excompañero para contarle lo que pasaba y una hora después llego. Se dirigio directo al patio y cuando Sali a ver que sucedia, lo encontre con un tronco del arbol en alto. Estaba a punto de rematar a Huicho. Le grite que no hiciera eso, me miro asombrado y enojado y me dijo que el perro estaba muriendo y eso era lo mejor que podiamos hacer por el. Comence a llorar y le dije que como era capaz de hacerle eso a alguien que lo queria tanto. Se me quedo mirando con una expresión indefinida. Tiro el tronco yme dijo que se lo llevaria a un veterinario a ver que podian haer por el,
Se fue pero un rato después me llamo y me dijo que ya no tenia remedio y lo habia tirado en un descampado cercano a nuestra casa.
Me senti tan mal por ello. Pero pense que el perro ya habia muerto. A los niños les segui diciendo que huicho estaba en el veterinario. No me atrevia a quitarles la esperanza aun.
Sin embargo los siguientes tres dias estuve muy inquieta, constantemente despertaba por las noches y miraba en direccion a donde unas calles mas alla estaba el lugar donde me habian dicho que abandonaron a huicho. A veces imaginaba que lo veia venir a lo lejos, o escuchaba un leve gemido y pensaba que era el que habia sobrevivido y habia encontrado el camino de regreso a casa.
Después de tres dias, mi excompañero llego a la casa, y me pidio hablar conmigo, sin que escucharan los niños.
Y entonces me lo dijo:
Que cuando abandono al perro penso en matarlo, pero que luego reflexiono que era mejor dejarlo y que si se salvaba solo regresaria a la casa. Pero al pasar los dias, decidio ir a ver para confirmar que estaba muerto. Pero cuando lo llamo cerca del lugar donde lo habia dejado, el perro gimio. Estaba vivo todavía!!!!! Después de tres dias!!!
Los siguientes minutos no podia con la culpa , estaba horrorizada, nuestro pobre huicho habia estado abandonado, sin agua, sin comida, enfermo, tres dias enteros, tres dias, esperando tal vez que iriamos por el, confiando en quienes amaba tanto, a quienes habia dado tanto cariño. Y nosotros lo habiamos abandonado. Como aun perro. Yo lo habia abandonado como aun perro.
De inmediato le dije a mi ex que me llevara al lugar donde lo dejo, y lo estuvimos buscando un rato, era de noche, estaba muy oscuro, habia muchos matorrales secos y no se miraba nada. Lo llamabamos para ver si lo escuchabamos hacer algun ruido.
Después de un rato, escuche un gemido apenas audible, y guiandome por el oido lo localice bajo unos espesos arbustos. Mi ex se metio entre ellos y saco a Huicho. Yo ya estaba llorando, me sentia muy mal. Lo obligue a cargarlo y llevarlo a mi casa. Me dijo que lo mas probable es que ahora si estaria moribundo, pero le dije que si iba a morir al menos estaria en su casa, con quienes lo querian.
Lo llevamos a casa entonces, y estuvo acostado en su cama cerca de el sofa, logramos que comiera, y hasta se levanto y anduvo caminando algunos dias. Pero volvio a deteriorarse hasta el punto que ya no pudo levantarse. Lloraba y gemia mucho-
Por fin, una noche se quedo muy quietecito, con los ojos abiertos.
Era de madrugada, los niños se habian dormido, y no quise despertarlos para decirles que Huicho habia muerto.
Muy temprano, lo cargue en una mochila, me lleve un machete y volvi al lugar en que lo habian dejado la primera vez. Excave y enterre a nuestro perro ahí.
Cuando los niños despertaron les di la noticia. Estuvieron muy triste mucho tiempo, aun hoy, algunos meses después, recuerdan con mucho cariño a Huicho.
Cuando chocorrol llego a nuestra casa, todos nos enamoramos de el. Enfermo y cuando me di cuenta que iba a morir, decidi no dejarlo morir solo.
Por eso lo sostuve entre mis brazos hasta el momento final.
Por lealtad, por amor, por retribución.
Y porque aunque nos vamos de esta vida como llegamos, solos, se que es mas facil si te sostiene alguien que te ama, y cierra tus ojos al final…..

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