jueves, 27 de septiembre de 2007


Un día, cuando mi hijo yuyo tenia cuatro años y estaba en el Kinder, fui a una junta de padres que ese día se celebraría. Estaba a media cuadra del Kinder cuando escuche que una maestra hablaba por un micrófono:
-A ver,-decía- quien quiere pasar a cantar una canción al frente?
Se escucho un “Yo¡” y luego una vocecita dulce comenzó a cantar:
-Que te pasa, chiquillo que te pasa, me dicen en la escuela y me preguntan en mi casa….”
De inmediato reconocí en esa voz la de mi chiquillo, a quien le gustaba mucho la canción y se la había aprendido completa. Luego, anoche, escuchaba la canción en el estèreo de la casa y yuyo vino y comenzó a cantarla.
Se detuvo de pronto y me pregunto refiriéndose a una frase de la canción:
-Mami, que quiere decir “y ella no estuvo presente?”.
-Que ese día no fue a la escuela, y por eso el niño esta triste y en su casa le preguntan que es lo que le pasa.
Se quedó muy pensativo y me dijo:
-Mami, en mi salón hay una niña que esta muy bonita. Es guerita y tiene los ojos claros. Se llama Cristal. Y ayer y hoy no fue a la escuela.
-Te gusta esa niña?- le pregunte.
No me contesto pero sus mejillas se colorearon de rubor y se fue corriendo al otro cuarto. Era evidente que si.
Luego, toda la tarde se la paso cantando la canción. Antes le gustaba y la cantaba, pero ahora LA ENTENDIA, y la cantaba con mas sentimiento.
Mi compañero se reía, le hacia gracia que nuestro niño estuviera enamorado. A mi no me lo pareciò porque sè como se puede querer a su edad. Le dije que no se burlara de el, después de todo todos hemos tenido el primer amor, ese amor infantil e inocente, que nunca olvidas.
El mío fue a los cinco años.
Vivíamos frente al rio Monclova, y mi vecino, Carlos, que era dos años mayor que yo, y era un niño gûerito y de ojos verdes, me había robado el corazón . Y era correspondida.
Todos los días andábamos juntos, explorando la maleza al otro lado del rio, persiguiendo caballerangos, haciendo chozas de carrizos o bañándonos en el rio.
Jugábamos en la cristalina agua del rio a perseguirnos, y un día, el propuso jugar a arrojar una piedra que fuera fácil de reconocer, y ver quien la encontraba primero.
El agua del rio, que entonces era abundante y cristalina permitía mirar el fondo pues en la parte que nadábamos no era muy profundo. Los rayos del sol entraban en el agua y arrancaban destellos de colores a las piedrecillas del fondo.
Así, durante un buen rato lanzamos la piedra y unas veces el y otras yo la encontrábamos.
Perdimos la piedra con la que jugábamos y el encontró una que estaba pintada con una tonalidad roja muy vistosa. La arrojo y nos lanzamos ambos a recuperarla.
Llegamos al fondo y tomamos la piedra al mismo tiempo. Yo levante la vista sin soltar la roca y vi que Carlos me miraba. Sus ojos parecìan dos estrellas, dos chispas de luz. Me hipnoticè. Estábamos muy cerca uno del otro.
De pronto se acercò a mi y me besó en los labios. Fue un beso pequeño, inocente, breve. Pero yo sentí toda una revolución en mi infantil corazoncito.
Con un vislumbre de discernimiento pensé que aquello era malo y Salí corriendo del agua y me refugie en mi casa.
Dos semanas después por motivos de cambio de trabajo de su padre, la familia de Carlos se mudo de casa y de ciudad. Se fueron a vivir a Monterrey, y yo quede muy triste. Nunca podría olvidar al niño de los ojos verdes que me dio mi primer beso.
Años mas tarde, siendo ya una adolescente, Carlos regreso de visita, tenia aun parientes en esta ciudad y cercanos a nuestra casa.
Cuando lo mire de nuevo, sentí renacer todo lo que anteriormente se había quedado sepultado en mi interior. En realidad nunca lo había olvidado. Yo tenia 15 años, Carlos solamente venia de visita, pero con el transcurso de los días decidiò quedarse.
Me entere luego por otras personas de que el, que ya tenia 17 años, estaba viviendo con una mujer mucho mayor que el. En Monterrey. Eso me decepciono mucho, aunque luego me entere que había venido aquí precisamente para alejarse de ella.
Cuando nos informò que se quedarìa a vivir aquì de nuevo mi alegrìa fue inmensa.
Carlos comenzó a visitarme, a platicar conmigo, a invitarme a salir. Se hacia el aparecido cuando yo andaba cerca y siempre tenia un pretexto para estar en casa de mi tía , que era nuestra vecina. Luego que mi tía se lo ofreciera, Carlos se quedó a vivir en su casa.
Era muy cariñoso conmigo y me cantaba y me trataba como si fuera una reina. Me llamaba “Corazón” y estaba siempre cercano, siempre atento.
Yo había relegado el recuerdo de aquel episodio en el rio, en un lugar recóndito de mi memoria, pero un día, estando frente a el platicando, de súbito, la imagen y la sensación de aquel beso se me presento.
Me quede callada a media frase, lo mire y el noto mi turbación. Me pregunto que pasaba, y le dije que había recordado algo. Y el me dijo:
-Sè què. es lo que recordaste. No tienes porque avergonzarte –Toco mi barbilla y levanto mi rostro- Éramos dos niños que se querían, fue algo inocente y muy bonito. Yo jamás lo he olvidado.
El también lo recordaba. Tomò mis manos entre las suyas. Me pidió ser su novia y claro que de inmediato accedí .
Y así comenzamos nuestros días como en la infancia, en el rio, paseando, recordàndonos y recuperando todo el tiempo perdido.
Pasàbamos la mayor parte del tiempo juntos, ibamos al cine, por las noches, junto con mi mamà nos sentabamos fuera de la casa, frente al rio y nosotras haciamos coros mientras Carlos cantaba y tocaba la guitarra. Tenia muy buena Voz.
Así pasamos un tiempo hermoso e inolvidable, con mis primos que eran sus amigos, y los vecinos también adolescentes del barrio. La vida parecía tan feliz.
Un día, nos dejaron solos en la casa de mi tía. El estaba un poco deprimido creo, y no quiso salir, platicábamos y de pronto, me abrazo y comenzó a besarme.
Como estábamos sentados en un sofá me recostó en el. Yo estaba tan asombrada por el arrebato, y no tenia idea que pasaba, así que no proteste.
Retiro su rostro del mío y me miro tan dulcemente que pensé queme derretía. Me besó de nuevo. Pero entonces, se levanto bruscamente y me dijo:
-Mejor vete.
-Pero porque? –le pregunté
-De veras, mejor vete ahorita, mañana hablamos.
Me sentí muy triste, pensé que estaba enojado conmigo.
No comprendí entonces lo que el había hecho por mi. Podría haber hecho conmigo lo que hubiera querido y yo no hubiera protestado. Y sin embargo se contuvo y me envió a casa. No quería dañarme.
Sin embargo, creo que también en ese momento se dio cuenta que el necesitaba algo que yo no podía darle por mi edad y por el cariño que me tenia. El necesitaba a aquella mujer con quien vivía.
Todavía estuvimos juntos un tiempo mas. Pero un día que yo llegue de la escuela, lo vi. ir corriendo a casa de mi tía. Luego ella me dijo que le habían hablado por teléfono de Monterrey que quien le había hablado por teléfono era aquella mujer.
Y entonces supe que nunca lo había tenido. El no era para mi. Lo comprendí, así que cuando el me dijo que regresaba a Monterrey, yo ya había llorado lo suficiente como para no demostrar tristeza frente a el. Le desee mucha felicidad, y lo deje ir.
Nunca supe mas de el.
Fue también mi primer dolor por amor. Lloraba por los rincones y estaba siempre triste . Con el tiempo, esa etapa pasó y recobrè mi tranquilidad. La resignaciòn llegò a mi
Durante dos etapas de mi vida el compartiò mis sueños y alimentò mis ilusiones.
Me ayudò a crecer, a madurar, y su adios me proporcionò mucho dolor que me permitiò ser mas fuerte.
El recuerdo de su rostro se ha ido difuminando con el tiempo. El rìo de nuestros juegos esta casi seco. Mucho de lo que amabamos no existe ya.
Pero en el viento que murmura entre los arboles y mueve las ramas y los carrizos del rio escucho hoy las voces lejanas, y el canto melodioso de aquellos días felices.
Y en mi corazón y en mi mente siempre vivirá el recuerdo de un día glorioso, del agua cristalina y fresca y el amado rostro de mi primer amor, muy cerca de mi, en la gloria y la magia de mi primer beso….
UNA LAGRIMA
Una flor sin rocio morirà
Y nunca mas vendrà la primavera
Aunque mi corazón te espera
Se que no volverà el amor
Y es por eso que no vivo mas…

El agua de los rios se detendrà
El cielo no tendrà ningún color
Porque se terminò mi amor desde
Que me dejaste sola
Existo pero ya no vivo mas…

Una làgrima por tu amor
Una làgrima llorarè
Brotarà de mi corazón

Te quise tanto que tal vez nunca te olvidarè
Fuiste el primer amor, y no volveràs…..


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